Fabrizio De Andrè es seguramente uno de los cantantes más queridos para el público y uno de los más refinados. Su estilo de escritura (entre poesía y la forma de canción) y un gusto musical simple, con múltiples referencias a la música tradicional, lo hacen más cercano a la figura de narrador.
De Andrè siempre ha sido un cantante y compositor social y espiritual, pero no excesivamente polítizado. Su tendencia política anárquista lo llevó a estar más interesado por el hombre como objeto de su obra que por una ideología, como en su lugar ha hecho más otros grandes cantantes y compositores, como Francesco Guccini.
En su primer álbum, Volume 1, que recoge varias canciones con textos importantes, encontramos de repente una canción intensa y poética como "Via del campo".
"Via del campo" era, en la época en que fue escrita, una de las calles más pobres y degradadas de Génova, ciudad de nacimiento de De Andrè. Aquí vivían las capas sociales más bajas, entre ellas las prostitutas.
En Vía del Campo hay una graciosa
ojos grandes color de hoja
toda la noche está en el umbral
vende a todos la misma rosa.
De Andrè describe a la prostituta con palabras nobles. La mujer, vistas las referencias a la Naturaleza de De Andrè - que en sus canciones siempre ha marcado la estaciones de la vida - está en la flor de la vida. Es una prostituta que no vende su cuerpo de una forma materialista, sino que dona a los clientes la parte más preciosa y delicada de sí misma (la rosa).
Mediante estas palabras, con mucha elegancia, la prostituta llega casi a la beatificación. De Andrè en sus canciones a menudo ha señalado ' a los últimos' como a los hombres más cercanos a la pureza, por estar más allá de la hipocresía y las reglas de la 'buena moral'.
En Vía del Campo hay una niña
con los labios color rocío
ojos grises como la calle
nacen flores por donde pisa.
La niña representa la esperanza en medio de la degradación. El rocío y el camino son dos elementos que nos llevan a pensar que la niña vive fuera de las paredes de la casa. La imagen que sale de ella es la de una niña, que vive en medio de la calle, con la lluvia que baña los labios y los pies que caminan por los campos.
Sin embargo, el último verso también debe considerarse de forma simbólica. De hecho, el elemento naturalista (las flores, la hoja, la rosa) se repite de forma metafórica: la niña da a luz a las flores allá por donde camina, precisamente porque todavía tiene un futuro con esperanza, que no la aprisiona como a las otras protagonistas, que tuvieron que vender sus flores.
En Vía del Campo hay una puta,
ojos grandes color de hoja,
si de amarla te da la gana
basta tomarla de la mano.
La segunda prostituta es tratada desde un punto de vista diferente. Mientras que la primera vende su rosa en primera persona, la segunda es presentada por De Andrè. Es él quien señala al oyente: "si de amarla te da la gana, basta tomarla de la mano".
En este caso, como sucede a menudo con De Andrè, las perspectivas que nos asignan las convenciones sociales se invierten."Si de amarla te da la gana, basta tómarla de la mano" es una frase romántica y relevante en un contexto sentimental. Un contexto lo más alejado posible de lo que la sociedad en ese momento podía pensar de las prostitutas. De Andrè busca restaurar la dignidad y el sentimiento, precisamente en virtud del principio de humanidad que ha sido parte de toda su obra.
Y te parece que vas muy lejos
ella te mira con una sonrisa
"No creías que el paraíso
estuviese ahí, en el primer piso".
Ahora los roles han cambiado. Hay una prostituta y un ambiente degradado. Y, en cambio, De Andrè habla del paraíso, aquí no de una manera metafórica (una forma que trivializaría el sentido de la oración), sino espiritual. En esta atmósfera antitética al buen gusto burgués, en la unión de esos cuerpos en una forma aparentemente hacinada, se consuma la Elevación, una forma de ascetismo, que está en contradicción con ese "primer piso" y con la pobreza de los lugares. Es precisamente este punto de ir más allá de la apariencias que eleva inconscientemente a los protagonistas más allá de las meras relaciones sexuales.
A Vía del Campo llega un iluso
a pedirla en matrimonio,
a mirarla subir las gradas
hasta cuando el balcón se cierra.
El iluso, que espera bajo el balcón, es el primer hombre protagonista, después de las tres figuras femeninas. Y no es por casualidad que el verbo cambie. Para los primeros tres caracteres se usa el verbo "ser/estar" y esto nos hace pensar en una vida vivida siempre en Via del Campo. Por el contrario, en la última parte, subrayamos el "llega un iluso".
El iluso no nació y no vive en Via del Campo y es por eso que "el balcón está cerrado". Porque a los ilusos les gustaría cambiar la naturaleza de la mujer deseada, terminando por pedirla en matrimonio. Es un iluso porque no comprende que es absurdo exigir un cambio de ella. Ella nació allí, en la degradación. Ella no conoce la respetabilidad y no puede fingir ser otra persona, sin considerarse hipócrita. Y es precisamente por esta naturaleza/forma de ser que tiene lugar la Elevación.
Ama y ríe si el amor responde
llora fuerte si no se oye.
Para hacer poesía, uno debe ser simple: aquí está la demostración. Aquí se representa de forma muy explícita dos pensamientos importantes: el amor se responde con amor, que es un concepto abstracto, universal, espiritual o material. Pero cuando el amor te pasa por delante, debes aceptar tu sufrimiento, sin ocultarlo.
De un diamante no nace nada
del estiércol nacen las flores.
Con esta frase, una perla de la música de autor, se cierra una de las canciones más representativas de Fabrizio de Andrè. Los diamantes son el símbolo de la sociedad burguesa, respetable, conservadora. Nada puede nacer de ellos. Porque si simbólicamente las flores representan el futuro, es solo a través de quienes saben cómo vivir la miseria y el sufrimiento de la vida que se puede construir algo mejor.
Vale la pena señalar el enfoque naturalista de la pieza, que habla de una calle y de los personajes que la rodean, como para expresar la pureza de estos personajes.
Pero mirarlo desde otro punto de vista puede tener otro significado: las plantas son fragantes, pero inermes e indefensas y por esta razón son explotadas por el hombre para su sustento; de la misma manera "los últimos" son exprimidos por los poderosos, utilizados como chivos expiatorios, pisoteados y humillados pero, al igual que las plantas, son los seres más puros e incontaminados.
Es también por esta razón que las tres primeras protagonistas, aquellas que viven en Via del Campo, son todas mujeres: las mujeres están más indefensas que los hombres y están más expuestas al riesgo físico y moral. Por esta razón, se las considera simbólicamente más puras y más cercanas para representar la condición de "los últimos".
"Vía del Campo" se puede definir como una oración a la religión de la humanidad, un poema contra la hipocresía que nos rodea. De Andrè ha escrito muchas canciones de importancia, pero "Via del Campo" es un caso especial: combina sensibilidad, poesía y simplicidad, como pocas canciones han podido expresar.
Y finalmente una curiosidad. La música de "Via del Campo" fue escrita por otros dos monstruos sagrados, Enzo Jannacci y el ganador del Premio Nobel, Darío Fo. Nació como música para otra canción, "La mia morosa la va alla fonte". De Andrè, convencido de que era una música popular, decidió escribir el texto basada ella. Y tras ver el resultado, diría que Jannacci y Fo pueden estar satisfechos.
http://cosavuoldireunacanzone.blogspot.com.es/2012/08/fabrizio-de-andre-via-del-campo.html |