La Buona Novella (1970)
(La buena nueva) (trad. Mercedes Sánchez, Ana Urrutia)

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Discurso introductorio DVD "In concerto" (2004)
     
Palabras de Fabricio de André en la introducción del Concierto dado en el Teatro Brancaccio de Roma, iniciado con cinco canciones de “La Buona Novella”. 13-14/02/1998

 
    «Cuando salió la “Buena Nueva” era el año 1969. Estábamos por lo tanto en plena guerra estudiantil y las personas menos atentas que somos... la mayoría de nosotros, compañeros, amigos, coetáneos, consideraron aquel disco anacrónico, y decían “Estamos luchando en la universidad y fuera de la universidad contra abusos y más abusos y tú en cambio nos vienes a contar una historia que, por otro lado, ya conocíamos, la historia de la predicación de Jesucristo”.  
 

No habían entendido, en efecto, que la Buena Nueva quería ser una alegoría, que era de hecho una alegoría, que se necesitaba para establecer la comparación entre las mejores aspiraciones, más sensatas, de la revuelta del 68 y las aspiraciones, desde el punto de vista intelectual seguramente más elevadas pero desde el punto de vista ético-social muy parecidas, que un señor, hace 1969 años, había establecido contra el abuso de poder y abuso de la autoridad en nombre de un igualitarismo y de una fraternidad universales. Se llamaba Jesús de Nazaret y fue, y para mí sigue siéndolo, el más grande revolucionario de todos los tiempos.

No he querido adentrarme por caminos....para mí difícilmente viables como son la metafísica o la teología. Sobre todo porque no entiendo nada de ello y en segundo lugar, porque he pensado que si Jesús de Nazaret no hubiera existido haría falta inventárselo y es exactamente lo que ha hecho el hombre desde que ha puesto los pies en la tierra.

Me he basado en los evangelio apócrifos, que quiere decir falsos: solo que la Iglesia soportaba mal hasta hace unos siglos que fuesen otras personas de confesión no cristiana los que se ocupasen de Jesús. Se trata de escritores árabes, bizantinos, armenios, griegos, que cuando hablaron de la figura de Jesús de Nazaret lo hicieron con deferencia, con gran respeto. Hoy todavía en el mundo del Islam se sigue considerando a Jesús de Nazaret, después de Mahoma y antes que Abraham, el más gran profeta que haya existido, en cambio el mundo católico sigue considerando a Mahoma algo menos que un granuja: esto es un punto a favor del Islam.

Hemos escogido de “La Buena Nueva” los cinco trozos más representativos.

La infancia de María, cuando la madre de Jesús es encerrada en el templo del Señor a los 3 años y es expulsada a la edad de 12 porque habiendo tenido la regla podía contaminar la pureza del templo. En evidente edad de marido se la casa, según el ritual de la época, llamando a las gentes sin mujer, esto es no sólo a los solteros, sino también a los viudos, y a través de una especie de lotería se la asignó a un hombre cargado de años y cargado de hijos.....

Enseguida después de las bodas José se va y está fuera de Judea 4 años y a la vuelta se encuentra con María en estado interesante. María, en cambio, se le tira al cuello, lo abraza llorando y le cuenta que ha tenido un sueño y en el sueño se ha encontrado con un ángel del Señor.

La cuarta canción que se llama Tres madres tiene un escenario diferente: estamos en el calvario y vemos a tres madres llorando la muerte inminente de sus hijos. Sabemos por Marco, Mateo, Lucas y Juan que con Jesús crucificaron a dos llamados ladrones, uno bueno y uno mal. El bueno se llamaba Tito y el otro, Dímaco. Y precisamente con uno de éstos dos ladrones, de la voz de Tito, La Buena Nueva tendrá el momento álgido cuando el mismo Tito, recitando uno por uno los diez mandamientos resaltará la contradicción existente entre los que hacen las leyes a su imagen y semejanza y para su propio uso y consumo y para poderse permitir el lujo de no respetarlos y los que están obligados a respetarlas porque no gestionan el poder y simplemente las tienen que soportar.

Puedo decir aún sobre La Buena Nueva que, dado el tipo de acento que se ha querido dar a los personajes del evangelio, pierden un poco de su carácter sacro pero en cambio ganan probablemente en humanidad.